En los últimos tiempos, por ejemplo, todos hemos sido testigos de cómo la arquitectura en general ha ido dejando de lado la tendencia de crear edificios de muros gruesos en los que interior y exterior quedaban perfectamente delimitados, para apostar por diseños de muros ligeros e incluso transparentes en los que las fronteras entre el interior y el exterior desaparezcan para crear un todo integrado.
Así se produjo, en pleno siglo XX, el renacimiento del concepto de patio o atrio, visible desde épocas muy antiguas en las culturas romana e islámica por compartir condiciones climáticas muy similares.
Para traducir este hecho puntual de la historia de la arquitectura moderna en relación con los ascensores primero hemos de responder a una cuestión de vital importancia. ¿Qué es la arquitectura? Este arte es un todo. El conjunto de elementos que la componen: los arcos, los pilares, el diseño de las puertas, la decisión de hacer las paredes acristaladas, etc.
En este sentido, la elección del ascensor correcto es, a todas luces, una cuestión de vital importancia para lograr el efecto integrador y de conjunto que persigue cualquier proyecto arquitectónico.
De hecho, ha sido persiguiendo este fin –el de aportar diseños y dispositivos que capaces de integrarse a la perfección en cualquier entorno arquitectónico– que las empresas de ascensores de todo el mundo han llegado a la fabricación de elevadores panorámicos. Al fin y al cabo un diseño arquitectónico abierto, diáfano y transparente necesita sus ascensores también transmitan esta filosofía de pureza y transparencia.
Así, es muy habitual poder ver estos ascensores en lugares amplios, destinados a albergar un gran flujo de gente al día y que deseen transmitir cierta imagen de sofisticación: centros comerciales, hoteles, edificios de empresas, etc.
De esta manera, los ascensores panorámicos cumplen una serie de funciones que van mucho más allá que la de transportar personas de una planta a otra y que los diferencian de los elevadores convencionales. A saber, los ascensores panorámicos, tanto si son instalados en el exterior como en el interior del edificio en cuestión, están diseñados para ser contemplados, dotando al conjunto arquitectónico de un movimiento que no sólo cumple una función práctica, sino también estética.
Asimismo, sobre todo en el caso de los centros comerciales, dotan a los pasajeros de una visión completa de la oferta que proporcionan, convirtiéndose así en un auténtico vehículo de ventas. Además rompen con la barrera psicológica que para algunas personas supone tener que viajar en un espacio cerrado reduciendo no sólo la ansiedad, sino actuando incluso como un incentivo para su uso. Por supuesto, aumentan el número de posibilidades en cuanto al diseño de interiores. Y, por último, al poder ser instalados en el exterior, implican un importante ahorro de espacio que los ascensores convencionales no siempre son capaces de proporcionar.
Autor: Ricardo Roncero
Fuente del Artículo: http://www.articuloz.com/empresas-articulos/los-ascensores-panoramicos-como-consecuencia-directa-de-la-evolucion-arquitectonica-7081082.html
Sobre el Autor
Como ven, los ascensores panorámicos son hijos de la evolución arquitectónica, el ejemplo más vanguardista de lo que hoy en día es considerado elegante, sofisticado y estéticamente atractivo para la sociedad. Pueden instalarse no sólo en grandes superficies como las ya mencionadas anteriormente, sino también en comunidades de vecinos e incluso viviendas unifamiliares. Dotar de sofisticación un espacio y mejorar nuestra calidad de vida está al alcance de nuestras manos.