En una vivienda bioclimática,
la ventilación es importante, y tiene varios usos:
- Renovación del aire, para mantener las condiciones
higiénicas. Un mínimo de ventilación es siempre necesario.
- Incrementar el confort térmico en verano, puesto que el movimiento del
aire acelera la disipación de calor del cuerpo humano
- Climatización. El aire en movimiento puede llevarse el calor
acumulado en muros, techos y suelos por el fenómeno de convección. Para
ello, la temperatura del aire debe ser lo más baja posible. Esto es útil
especialmente en las noches de verano, cuando el aire es más fresco.
- Infiltraciones. Es el nombre que se le da a la ventilación no
deseada. En invierno, pueden suponer una importante pérdida de calor. Es
necesario reducirlas al mínimo.
Consideramos diferentes
formas de ventilar:
- Ventilación natural. Es la que tiene lugar cuando el viento crea corrientes de aire en la casa, al abrir las ventanas. Para que la ventilación sea lo más eficaz posible, las ventanas deben colocarse en fachadas opuestas, sin obstáculos entre ellas, y en fachadas que sean transversales a la dirección de los vientos dominantes. En días calurosos de verano, es eficaz ventilar durante la noche y cerrar durante el día.
- Ventilación convectiva. Es la que tiene lugar cuando el
aire caliente asciende, siendo reemplazado por aire más frío. Durante el
día, en una vivienda bioclimática, se pueden crear corrientes de aire
aunque no haya viento provocando aperturas en las partes altas de la casa,
por donde pueda salir el aire caliente. Si en estas partes altas se coloca
algún dispositivo que caliente el aire de forma adicional mediante
radiación solar (chimenea solar), el aire saldrá aún con más fuerza. Es
importante prever de donde provendrá el aire de sustitución y a qué ritmo
debe ventilarse. Una ventilación convectiva que introduzca como aire
renovado aire caliente del exterior será poco eficaz. Por eso, el aire de
renovación puede provenir, por ejemplo, de un patio fresco, de un sótano,
o de tubos enterrados en el suelo. Nunca se debe ventilar a un ritmo
demasiado rápido, que consuma el aire fresco de renovación y anule la
capacidad que tienen los dispositivos anteriores de refrescar el aire. En
este caso es necesario frenar el ritmo de renovación o incluso detenerlo,
esperando a la noche para ventilar de forma natural.
- Ventilación convectiva en desván. Un porcentaje importante de
pérdidas de calor en invierno y ganancias de calor en verano ocurre a
través del tejado de la vivienda. Disponer de un espacio tapón entre el
último piso de la vivienda y el tejado (un desván) reducirá de forma
importante esta transferencia de calor (ver discusión sobre el desván en Espacios tapón). En verano, se puede hacer que
el desván esté autoventilado por convección. Es normal que este lugar se
convierta en un horno donde el aire alcance una temperatura mayor que el
aire exterior; si se abren registros en su parte alta y en su parte baja,
es posible dejar escapar este aire caliente, que será renovado por aire
exterior. En invierno, estos registros deben estar cerrados. Es importante
diseñar el desván para que esta corriente de aire no sea obstruida.
- Pérdidas por ventilación en invierno. Ya dijimos que, siempre,
debemos reducir al mínimo las pérdidas de calor por infiltraciones. Estas
serán importantes especialmente en los días ventosos. Sin embargo, un
mínimo de ventilación es necesaria para la higiene de la vivienda,
especialmente en ciertos espacios. En la cocina, por ejemplo, es necesaria
una salida de humos para la cocina, o para el calentador de gas, o
registros de seguridad para la instalación de gas, o ventilar para
eliminar los olores de la cocina. En el baño también es necesario ventilar
por los malos olores. La pérdida de calor se verifica porque el aire
viciado que sale es caliente, y el puro que entra es frío. Ciertas
estrategias pueden servir para disminuir estas pérdidas, como colocar los
espacios necesitados de ventilación en la periferia de la casa, o tener la
mayor parte de la instalación de gas en el exterior, o disponer de un
electroventilador para forzar la ventilación sólo cuando sea necesario,
etc.
- Fachada ventilada. En ella existe una delgada cámara de aire abierta
en ambos extremos, separada del exterior por una lámina de material.
Cuando el sol calienta la lámina exterior, esta calienta a su vez el aire
del interior, provocando un movimiento convectivo ascendente que ventila
la fachada previniendo un calentamiento excesivo. En invierno, esta cámara
de aire, aunque abierta, también ayuda en el aislamiento térmico del
edificio.
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