La arquitectura es una actividad humanística que para ser considerada arte tiene que cumplir condiciones esenciales. Sólo es arquitectura aquello que de proyecto pasa a ser una obra concreta, real, pero igual de importante es que, una vez construida, sea útil, que responda al propósito para el cual está concebida.
Su expresión final es servir a la sociedad en la que se desarrolla, en vano es concebir un edificio bello si éste no sirve o su construcción no tiene valor material. Los arquitectos tienen su parte de responsabilidad en el encarecimiento de la vivienda.
La vivienda es la máxima expresión del cumplimiento de la arquitectura en su función de servicio, y el arquitecto se está quedando al margen en esa función social y particular.
El arquitecto debe aportar más de lo que hoy se le pide. La arquitectura no es ajena a la realidad ni a las normas imperantes en la sociedad. Si quienes mandan, deciden y condicionan la arquitectura no son arquitectos, sino otros agentes sociales con conocimientos e intereses distintos, triunfarán, como lo hacen, las propuestas en las que, entre otras cosas, la utilidad ha dejado de primar. Sin duda, la situación actual está ligada al problema del suelo. Pero detrás de él, no cabe duda de que el sentido social que tiene la construcción de viviendas vive un momento muy bajo.
La adquisición de una vivienda es el gasto más importante que realiza una persona a lo largo de su vida. Parece evidente que debería comprar un bien que satisfaga sus expectativas, siquiera las básicas.
Debería exigirse que la vivienda tenga luz natural, que el calor esté repartido homogéneamente y que las vistas sean agradables, por ejemplo. Estos tres son temas esenciales en la arquitectura y, a pesar de ello, ni siquiera se discuten. Para el ciudadano es muy difícil solicitar estas cosas cuando ni siquiera el mínimo está cubierto.
Vivimos un momento en el que casi todas las ciudades parecen empeñadas en crear su propio icono arquitectónico, como si carecer de ellos condenara a la ciudad al ostracismo o a no merecer el interés de los turistas. Estamos ante una moda pasajera? Que hay de la vivienda?
Las urbanizaciones o barrios separados de la ciudad son respuestas inmediatas a las deficiencias de la ciudad en materia de vivienda, no dejan de ser un retorno a lo rural, en el que se incluye el aislamiento pero intentando conservar los esquemas de la ciudad.
Cordiales saludos
Autor: Ernesto Lopez Ayala
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Fuente del Artículo: http://www.articuloz.com/ventas-articulos/se-debe-exigir-mas-calidad-a-la-vivienda-un-comprador-exigente-3442334.html
Sobre el Autor
Ing. Ernesto Lopez Ayala
Especialista en patología de la construcción y el medio ambiente
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